20 años de innovación

Corría el año 1996. La pegadiza Macarena triunfaba en todo el mundo y los aficionados al cine disfrutaban viendo cómo el agente especial Ethan Hunt destapaba una red de topos y descubría discos de ordenador robados y asesinatos en la primera película de la saga de Misión Imposible, cuando KONE presentó su ascensor sin cuarto de máquina, MonoSpace®.

Esta innovación cambió la tecnología de instalación y fabricación del sector y se tradujo en una importante mejora, tanto en términos de espacio como de eficiencia energética. Sin embargo, sus orígenes se remontan a principios de la década de los noventa, un día en el que Harri Hakala salió a correr y tuvo un momento de inspiración.

Hakala, entonces ingeniero en KONE, trabajaba en motores lineales. Mientras corría, se le ocurrió la idea de crear un sistema de tracción motorizado (en vez de confiar en motores lineales). “Supe que había inventado algo importante”, recuerda Hakala, que considera que ese momento simbolizó el nacimiento de MonoSpace.

“Lo que necesitaba el ascensor MonoSpace era el EcoDisc, un sistema de tracción motorizado en forma de disco lo suficientemente plano como para colocarse dentro del hueco”, explica Hakala, ahora Director de investigación de KONE.

Hasta entonces, los elementos voluminosos del mecanismo para izar se alojaban en una sala independiente (bien en la parte superior o inferior de los edificios). EcoDisc de KONE liberó ese espacio y permitió que los arquitectos fueran más creativos con la utilización del espacio.

El primer motor EcoDisc se creó en el centro de I+D de KONE en Hyvinkää, Finlandia, donde un grupo de seis personas compuesto por Hakala, un subcontratista, diseñadores mecánicos y electricistas, trabajaron discretamente en el primer prototipo.

“El primer prototipo de EcoDisc que funcionó fue un regalo de Navidad para la dirección de la empresa, la Navidad de 1993”, recuerda Hakala. A continuación, el equipo creció hasta estar integrado por unas 20 personas que se consagraron a desarrollar y probar apasionadamente la tecnología.

Originalmente llamado “Greenstar”, el primer conjunto de ascensores KONE MonoSpace se vendió a clientes piloto en los Países Bajos, como parte de la prueba de mercado previa al lanzamiento en 1995.

Diseñado inicialmente para instalaciones de baja altura, la tecnología se adaptó posteriormente para ascensores de mediana y gran altura. La demanda para ascensores sin cuarto de máquina aumentó. La producción de ascensores se trasladó a Pero, la fábrica de KONE cerca de Milán, en Italia, y se construyó una fábrica en Hyvinkää para fabricar los mecanismos para izar KONE EcoDisc. A finales de la década de 1990, la familia KONE EcoDisc de motores de izado se había convertido en la gama de productos insignia de KONE.

Avance rápido hasta 2012. KONE estaba lista para presentar la versión nueva y mejorada de MonoSpace®. “Este proyecto comenzó con los comentarios de nuestros clientes asiáticos, que expresaron su deseo por una mayor comodidad de viaje. Así que nos pusimos manos a la obra para ver si podíamos hacer lo mejor aún mejor”, comenta Tomio Pihkala, Director jefe de tecnología de KONE.

La maquinaria KONE EcoDisc se renovó, se actualizaron los frenos, el control de movimiento se mejoró, el sistema de izado se centralizó y se desarrolló para ofrecer una baja fricción y la estructura general de la cabina se hizo más robusta.

“Al no aplicar fuerzas sobre las guías, había mucha menos fricción, ruido y vibración”, explica Pihkala.

Y eso no era todo. También presentaba una mayor eficiencia energética. El sistema de devanado de cobre mejorado de EcoDisc redujo la cantidad de energía perdida en forma de calor y la opción de emergencia se tradujo en que el consumo de energía del ascensor fue prácticamente nulo cuando no se utilizaba. La función adicional de iluminación LED de larga duración y unidades regenerativas que reciclan la energía para reutilizarla en el edificio convirtieron a este producto mejorado en la oferta de montacargas de mayor eficiencia energética del mundo.

El diseño también se renovó basándose en una investigación detallada de tendencias realizada en Europa, Asia y Norteamérica. Si bien el núcleo de la gama de opciones para el interior tenía un carácter global, los materiales, colores, patrones, accesorios y elementos se adaptaron a los distintos mercados.

Funciones como la señalización también se actualizaron, haciéndolas intuitivas y fáciles de usar. Se prestó atención a aspectos como números de alta visibilidad para personas mayores o con discapacidad visual. Aunque se realizarán mejoras para satisfacer las demandas que exigen los cambios en el entorno, MonoSpace, en palabras de Hakala es un "diseño clásico" que ha llegado para quedarse. Bueno, ¡el creador ha dicho!