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Corporate siteEsta fue la sorprendente escena con la que se encontró el técnico de mantenimiento de KONE Nigel Stride al llegar al trabajo un lunes por la mañana. Ninguno de los cuatro ascensores prioritarios de la Terminal 1 respondía, porque los contratistas que habían estado trabajando por la noche habían interrumpido los controles.
La multitud que llegaba en la conexión del tren Heathrow Express aumentaba rápidamente. Un sudor frío le corría por la frente a Stride mientras cientos de apresurados viajeros se agolpaban a su alrededor.
“Al final fue una reparación rápida, pero fue el cuarto de hora más estresante de mi vida”, comenta Stride. Él y otros 41 ingenieros y técnicos se encargan del mantenimiento de los 1035 ascensores, escaleras mecánicas y aceras móviles del aeropuerto, que mantienen Heathrow en marcha como un reloj las 24 horas del día.
POLICÍA SECRETA
Con 191 000 personas que pasan por Heathrow al día, pocas veces hay un momento tranquilo.
“Cualquier avería tiene un efecto inmediato. Si algo va mal, todos nos ponemos en marcha para que la unidad vuelva a estar en funcionamiento lo más rápido posible”, comenta Stride. Describe el equipo del aeropuerto como el “enlace crítico” que conecta la ciudad con las puertas de salida y el mundo que hay más allá.
“Sin esa parte clave en el medio, todo el rompecabezas se resquebraja.”
Un pequeño trastorno puede tener un importante efecto dominó. “Las aerolíneas ya no esperan a los pasajeros que llegan tarde. Que alguien pierda un vuelo debido a un equipo averiado afecta a muchas personas.”
Si bien la seguridad es una prioridad absoluta para los empleados de KONE, en el aeropuerto, esto se duplica. “No podemos dejar herramientas afiladas esparcidas debido a los riesgos de seguridad. Incluso se nos pide que estemos atentos a artículos abandonados y a personas que se comporten de forma sospechosa. Somos un par de ojos adicionales para el personal de seguridad.”
Incluso con barreras colocadas alrededor del lugar de actuación, Stride toma precauciones especiales cuando trabaja en medio de grandes multitudes, en espacios reducidos. “Con maletas por todos lados y niños nerviosos correteando por doquier, las cosas pueden ponerse feas rápidamente.”
Las puertas representan un gran porcentaje de las reparaciones, confiesa. El daño se produce normalmente por choques de clientes en los ascensores con carritos de maletas o sillas para personas con discapacidad.
“En una ocasión, un hombre que tal vez había disfrutado demasiado en el avión, condujo su coche al ascensor en frente del vestíbulo. Pudimos reparar el ascensor, pero el coche quedó destrozado.”