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Corporate siteA lo largo de un período de 24 horas, hasta 30 000 personas entran y salen del complejo. Esto no solo incluye a los visitantes, sino a los trabajadores, personal de limpieza, comerciantes, obreros, tramoyistas, electricistas, artistas, VIP y medios de comunicación.
“Para algunos conciertos, tenemos más de 30 semi-remolques. En cuanto termina el espectáculo, comienzan a desmontar el escenario y por la mañana puede que tengamos una pista de hielo montada. Durante este tiempo, las entregas diarias y nocturnas rutinarias siguen su curso. Si los ascensores y montacargas no funcionasen, nos enfrentaríamos a un enorme problema de movilidad”, comenta el técnico de servicio Steven Culen.
Él y su equipo son responsables de 51 escaleras mecánicas, 17 ascensores, un ascensor de escenario y 12 ascensores para personas con discapacidad.
SIN ATAJOS
“La mayoría de las llamadas afectan a grandes grupos de personas, por lo que contar con una buena comunicación con la seguridad del Garden es imprescindible. Observan constantemente el flujo de personas y realizan ajustes para que pueda corregir el problema de forma segura y eficiente. Parece que mantener la tranquilidad, serenidad y calma, funciona”, comenta Culen.
Más vale prevenir que lamentar, indica Culen, que no admite atajos a la hora de prestar servicio a las unidades.
“Como se suele decir: 'Si no tienes tiempo para hacerlo bien a la primera, debes tener tiempo para hacerlo dos veces'. Siempre buscamos limpiar, ajustar, apretar y lubricar lo que sea necesario. El Garden prefiere que dediquemos tiempo a hacerlo bien, a tener interrupciones repetidas.”
Con su envidiable asiento de primera fila para ver a artistas famosos, las jornadas laborales de Culen están llenas de sorpresas y de fascinantes retos.
“Muchas personas interesantes actúan aquí y nunca sabes lo que puedes encontrarte. Hace poco, durante un partido All-Star de la NBA, a una persona VIP se le atascó el tacón en el peldaño de una escalera mecánica, ¡no tenía ni idea de que un tacón podía ser tan fino! No sufrió ningún daño, la unidad se detuvo correctamente y pude extraer el zapato sin que sufriera daños. La pareja se quedó encantada.”